sábado, 11 de mayo de 2013

Realidad



Este es un mundo sin novedades
en el que todos somos
socios del silencio y el olvido
La rabia gana a veces las calles
para ahogarse súbitamente
en los zaguanes quejumbrosos de la indiferencia
Las paredes aquí no escuchan
(en realidad, nadie lo hace)
El cielo no llora
porque no lo dejamos libre
El aire huele a gritos
y a mezquindades
Las palabras
esconden sinrazones
y los rostros de la gente
son iguales unos a otros
como si la ciudad estuviera poblada
sólo por espejos y por sombras
A través de nuestros ojos
todo llega y todo escapa
Como si la muerte
rondara las esquinas
con su guadaña miserable
blandiéndola sobre las cabezas
que ignoran y refutan su presencia
La transparencia no existe
Las sonrisas disparan en bandadas
Las canciones se esfuman
en un torrente de sangre
que brota entre los adoquines
Quizá exista un mañana
(hay quienes creen que un mañana es posible)
Quizá esté a la espera la hora,
un poco a la defensiva,
porque ni siquiera el futuro
cree en nuestras patrañas...

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